El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo que impacta significativamente la vida de las personas que lo experimentan. En este artículo, exploraremos qué es el TDAH, las principales actividades para niños, cómo afecta a las funciones ejecutivas y algunos recursos que podemos utilizar.
Comprendiendo el TDAH
El TDAH se caracteriza por debilidades en las funciones ejecutivas, que se encuentran en la Corteza Prefrontal, área clave del cerebro afectada en este diagnóstico. Esta región desempeña un papel fundamental en la planificación, la toma de decisiones, la autorregulación emocional y el control de impulsos, entre otros. El Centro multidisciplinar Areté, con su experiencia en psicología Málaga, desempeña un papel vital en el tratamiento del TDAH, brindando un enfoque integral y especializado.
Funciones ejecutivas
Las funciones ejecutivas son el conjunto de habilidades cognitivas que nos permiten controlar nuestro comportamiento, anticipar el futuro y dirigir nuestra conducta hacia la consecución de metas. Son esenciales para regular la conducta en el presente, considerando las posibles consecuencias de nuestras acciones.
Síntomas Característicos del TDAH
El TDAH presenta una serie de síntomas que pueden variar en intensidad de una persona a otra. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Inatención: Dificultad para mantener la concentración en tareas o actividades.
- Hiperactividad: Exceso de energía que se manifiesta en movimientos constantes y dificultad para quedarse quieto.
- Impulsividad: Actuar sin pensar en las consecuencias, precipitadamente.
- Desafíos emocionales: Dificultad para reconocer y regular las propias emociones, así como baja tolerancia a la frustración.
- Problemas de organización: Dificultad para planificar, organizar y completar tareas.
- Dificultades Cognitivas: Problemas con la memoria operativa, rigidez cognitiva y control interno del tiempo.
- Alteraciones en la toma de decisiones: Dificultad para tomar decisiones racionales y evaluar riesgos.
- Motivación y perseverancia: Falta de automotivación, necesidad de refuerzos externos, falta de perseverancia y tendencia a la procrastinación.
- Perspectiva temporal: Enfoque en el presente, dificultad para aprender del pasado y considerar el futuro.
- Desafíos de autogobierno: Dificultades en el autogobierno y la autorregulación.
Tdah en niños actividades
Lo que debemos hacer es amortiguarles los síntomas dándoles los recursos que necesitan. Con más herramientas, mayor adaptación. Al comprender que el TDAH no es simplemente una cuestión de falta de atención o hiperactividad, sino un desafío complejo en la regulación cognitiva y emocional, podemos abogar por un enfoque comprensivo y de apoyo. Brindar estrategias adaptativas, como técnicas de organización, establecimiento de rutinas, apoyo emocional y terapias especializadas, puede marcar una gran diferencia en la vida de quienes enfrentan el TDAH. Además, es fundamental fomentar la autoestima y el entendimiento propio, empoderando a las personas a abrazar sus fortalezas y superar obstáculos.
Algunos recursos para apoyarlos en los diferentes ámbitos
Los recursos y estrategias no sólo irán dirigidos a la persona con TDAH, también a las personas de su entorno.
Ámbito Académico
- Hacer consciente al docente de las necesidades, puntos fuertes y débiles del alumno en cuestión, lo que le ayudará a generar expectativas que sean individualizadas, coherentes y alcanzables. Tratar de generar un “efecto Pigmalión” positivo.
- Descansos cerebrales. Realizar descansos cada cierto tiempo para ayudarles a mantener la concentración.
- Cuaderno “único”. Un solo cuaderno para todas las materias.
- Aumentar la motivación y la creatividad. Si estamos motivados las amígdalas se activan y estamos más dispuestos a aprender.
- Adaptar los exámenes:
- Subrayar
- Darles más tiempo
- Adaptar la letra. o Separar las preguntas
- Recortar las preguntas y entregárselas de una en una
- Dividir el tema y ponerlo en exámenes diferentes.
- Acordar señales para reactivar su concentración. Ejemplo: Se observa que se despista y se le toca el hombro.
Ámbito Familiar
- Los padres debemos ser capaces de autorregularnos a nivel emocional para poder ayudarles.
- Darles atribuciones y expectativas que sean sensatas correctas y respetuosas, para proponerles objetivos y metas alcanzables.
Ámbito Emocional
Cuando las personas nos desbordamos a nivel emocional se puede decir que estamos “secuestradas por nuestra amígdala” (Daniel Goleman), que es un estado fisiológico que nos hace reaccionar de manera menos racional. Ni los niños, hasta los 7 u 8 años, ni las personas con TDAH que no lo han entrenado, tienen la capacidad de autorregularse emocionalmente, ya que esta capacidad está en la corteza prefrontal.
Estrategias cuando las personas con TDAH están “secuestradas por la amígdala” (válido para cualquier persona desbordada a nivel emocional):
- Ponernos a su altura y mirarlas a los ojos.
- Legitimar sus emociones
- Sintonizar con sus emociones.
- “Responsibidad”. Conectar con su necesidad para darle lo que necesita.
- Conectar y redirigir.
Ámbito Conductual
- Refuerzo positivo.
- Entrenamiento en autoinstrucciones.
- Economía de fichas. No es eficaz a medio-largo plazo, porque no trabaja la raíz del problema.
- Utilizar información visual.
- La “extinción”. Ignorar la conducta, no a la persona. – Establecimiento de normas y límites claros.
En conclusión, el TDAH es un desafío que va más allá de sus manifestaciones superficiales. Reconocer la complejidad de este trastorno nos permite tender puentes hacia una mayor adaptación y superación. A través de la comprensión, el apoyo y la provisión de herramientas específicas, podemos ayudar a las personas con TDAH a sobresalir y alcanzar su máximo potencial en un mundo que exige flexibilidad y habilidades diversas.